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Peñarroya de Tastavins

Peñarroya_Ermita Virgen de la Fuente

A dos kilómetros de la localidad, Peñarroya esconde uno de los mayores tesoros de la comarca Matarraña. El Santuario de la Virgen de la Fuente es de visita obligada y de belleza indiscutible. El conjunto arquitectónico comprende dos edificios que fueron incoados Bien de Interés Cultural en 1985 y está directamente relacionado con una de las leyendas con más valor del territorio.

Según cuenta la leyenda en el siglo XVIII apareció en este entorno una imagen de la Virgen, que fue trasladada en varias ocasiones a la población, después de que apareciese una y otra vez en este lugar. Concretamente, junto a la fuente de quince caños que se encuentra hoy adosada a la ermita que se levantó en su honor. Aunque de la primera ermita hoy no queden restos debido a los desperfectos que ocasionó una riada, el conjunto cuenta hoy con varios edificios de notoria riqueza arquitectónica.

La ermita de arriba fue la nueva ermita que la reemplazó. De origen gótico y cuya historia conmovía año tras año a cientos de peregrinos que acudían al lugar, hecho que desembocó en la construcción de una hospedería aneja y una nueva ermita, la de abajo. Adosado a la ermita de arriba se dispuso un claustro rodeado de edificios que hoy sin duda comprenden lo más singular del recinto. Su construcción comenzó en 1341 y su estilo arquitectónico es de gran interés tipológico, asociado a las iglesias de carácter rural y al gótico levantino. De hecho, los capiteles de las arquivoltas de la portada son probablemente uno de los ejemplares más importante de este arte, que representan numerosas escenas del Nuevo Testamento y se conservan prácticamente a la perfección.

En el interior, la techumbre mudéjar es de gran interés, siendo uno de los más importantes ejemplos de la carpintería mudéjar aragonesa. Esta techumbre cuenta con una interesantísima decoración en la que se utiliza en repetidas ocasiones la cruz de Calatrava. Sus características reflejan la sencillez de la ornamentación del estilo mudéjar. Esta gran obra cubre las cinco naves  con alguna que otra peculiaridad, pues aunque este estilo se caracterice por los techos planos, esta techumbre recubre los arcos inclinados de ambas vertientes de la ermita.

Esta gran riqueza se plasma igualmente en la entrada al templo. La gran puerta de madera que abre paso al interior, es una muestra de decoración característica de este tipo de arquitectura. En la parte superior lo corona un tímpano central presidido por una imagen de la Virgen rodeada por otras figuras.

La ermita nueva, que se levantó algo más abajo, data de varios años más tarde, concretamente sus obras debieron de terminarse en el siglo XVIII. En este caso, la ermita cuenta con las características propias de esta arquitectura, compuesta por cantería y mampostería. La construcción que acoge la singular fuente de quince caños está adosada a la cabecera de la iglesia en un pórtico de arcos de medio punto.

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