El actual nombre del Puigmoreno no es el que recibió en su origen: en los años 50 la pedanía se llamaba Campillo de Franco, nombre que después se transformó en Puigmoreno de Franco y finalmente en Puigmoreno, cuando entró la democracia. Se creó entre los años 56 y 58 concretamente y entre sus edificios más importantes destacan la iglesia, dedicada a San Miguel Arcángel, que se finalizó en 1966. De la misma destacamos su torre campanario circular. En la misma plaza nos encontraremos la fuente o el monumento al colono, toda una figura mediante chapa de hierro homenaje a los labradores que poblaron por primera vez estas tierras. Además Puigmoreno contó con una estación de tren dentro del tramo que hoy recorre la Vía Verde Val de Zafán, en concreto entre el tramo que une las localidades de La Puebla de Híjar y Alcañiz.
Puigmoreno es actualmente una pedanía dependiente administrativamente del Ayuntamiento de Alcañiz. Junto con Valmuel son pueblos de reciente creación, concretamente de mediados del siglo XX. Estos dos núcleos urbanos se crearon expresamente a través del I.N.C. (Instituto Nacional de Colonización) creado durante la época franquista con el objetivo de reactivar el sector agrícola en diversas zonas de todo el país. En España se construyeron unos 300 pueblos de estas características y unos 30 en Aragón. En la provincia de Teruel solo los mencionados, Valmuel y Puigmoreno. El modelo de los mismos estaba basado en la creación de sistemas de regadíos para conseguir el aumento de tierras trabajadas y del número de hectáreas dedicadas al riego que se aprovechan del gran embalse de la estanca.
A esta colonización se sumaron principalmente familias de diversos pueblos de la provincia, así como de la vecina Zaragoza e incluso de Soria. A los colonos se les asignaba por sorteo una vivienda, unas 6Ha de tierra y algún animal a través de una especie de préstamo que debían devolver en los siguientes 25 años. Existían cinco modelos de casas distintas en función del número de integrantes de la familia. Las casas tenían todas ellas un espacio para vivienda, un corral o patio y otro espacio para dependencia agrícola.
Así nacieron estas dos pedanías que se estructuraron en distintas manzanas ordenadas en torno a la plaza. Este diseño fue realizado por el arquitecto José Borobio. La plaza a su vez albergó desde su creación los edificios más importantes: la iglesia, la fuente, el salón social o el consultorio médico.