Torrevelilla formó parte de la Encomienda de Alcañiz tras la reconquista, donde la orden de Calatrava regía su mandato. La población pertenecerá a Castelserás hasta el siglo XVIII cuando Carlos III dona el título de villa a la misma.
Sin duda la época más triste que le tocó vivir a esta localidad bajoaragonesa fue la Guerra Civil, que dejó devastado el pueblo y que tuvo que reconstruirse de manera forzosa por los numerosos daños ocasionados afectando al 80% de su casco urbano.
Su edificio más importante es la iglesia parroquial de Santa Quiteria. Su fecha de finalización data de 1953, se le atribuye un estilo neo mudéjar y está fabricada a base de ladrillo. Posee planta rectangular con una sola nave de bóveda de cañón con lunetos.
Destaca su prominente torre campanario de cuatro cuerpos poligonales en cuya cúspide se sostiene una enorme cruz de hierro.
Por su parte la Casa Consistorial de Torrevelilla tiene sus orígenes en el siglo XVII aunque en años sucesivos ha sufridos diversas reformas. Situada en la Plaza de España de la localidad destaca su fachada por su composición y su aspecto robusto de planta rectangular.
En los alrededores de la localidad nos topamos con la ermita de San Joaquín. Se piensa que es una construcción del siglo XVII realizada exclusivamente a base de mampostería.
La planta tiene forma de cruz latina. Posee exclusivamente una nave donde el crucero tiene cúpula sobre pechinas mientras que los brazos de la nave crucero mantienen bóveda de cañón con lunetos. Su cúpula está decorada con esculturas de los cuatro evangelistas.
Si recorremos Torrevelilla podemos ver algunas construcciones de arquitectura popular como la Casa Ruiz y la Casa Conrado Vallés. También podemos visitar el calvario o las capillas de San Antonio y la Virgen del Carmen. Entre sus construcciones hidráulicas se encuentran los lavaderos, el de los apestados y el de la fuente de abajo, aunque también podemos ver reconocidos otros oficios en los molinos de aceite, la antigua tejería y el horno de pan.
Tampoco nos podemos olvidar del museo situado en una casa del siglo XIX de Doña Peregrina Vallés.
Las fiestas patronales son en honor a San Joaquín y San Marcos. Se celebran los días 21, 22, 23 y 24 de agosto.