Enclavada en el paraje natural de Los Puertos, Beceite es una de las localidades más rica en patrimonio natural del Matarraña. Este municipio concentra muchas de las inquietudes de los visitantes y alberga año tras año a miles de turistas en la época estival cautivados por la belleza del casco municipal y de sus alrededores.
Su núcleo urbano es complejo. Numerosos portales y callejuelas hacen de Beceite una localidad con gran encanto que dibuja su anatomía en torno a pendientes pronunciadas hacia la iglesia de San Bartolomé, un edificio de origen barroco enfrentado al ayuntamiento en la plaza Mayor de la localidad. Los antiguos accesos a la localidad, portales y callizos aportan un aire señorial a Beceite que se ve salpicado en la mayor parte del entramado por las construcciones y agentes naturales vinculados al agua. Varios puentes y la conocida ‘Font de Rabosa’ son enclaves cruciales dentro del casco de Beceite.
El nacimiento del río Matarraña es uno de los lugares de interés más conocidos de la zona. Dos enormes paredes que conforman un desfiladero calcáreo y aguas cristalinas dibujan el paraje natural más visitado de la zona conocido como El Parrissal. Por otro lado, el recorrido del río Ulldemó deja a su paso por Beceite un espacio natural formado por pequeñas pozas y zonas de baño a lo largo de casi 8 kilómetros. Ambos espacios tienen el acceso regulado en temporadas de masificación.
Esta localidad destacó a finales del siglo XVII por ser pionera en la comarca en industria papelera. Beceite albergó varias fábricas de papel que funcionaron gracias a los molinos movidos por la energía hidráulica del Matarraña. En total, nueve molinos se instalaron entre el siglo XVII y el XIX. En la actualidad, algunos de los molinos papeleros han sido transformados en establecimientos turísticos o infraestructuras culturales como la Fábrica Noguera, un espacio museístico con varias salas de exposiciones dedicado a la artista Gema Noguera.