Conocida por albergar una de las tirolinas más largas de Europa, Fuentespalda esculpe su perfil en torno a una torre cuadrangular que resalta en el casco urbano de la localidad. Sus casas palaciegas y la imponente iglesia parroquial marcan el trazado de este municipio.
La Torreta, ubicada en uno de los caminos de ronda de la muralla de Fuentespalda, es una antigua torre defensiva de planta cuadrangular. En origen tenía cuatro plantas, pero en su restauración se hicieron 5 plantas de menor altura y se añadió un cadalso a modo de mirador. Además de su función defensiva, en el siglo XIX fue utilizada como cárcel. En la actualidad, la planta baja forma parte de la Ruta de las Cárceles del Matarraña, y los pisos superiores disponen de un Centro de Interpretación.
La zona más rica cultural y arquitectónicamente de Fuentespalda es la plaza Mayor. En la misma, se encuentran dos de las construcciones más relevantes: la iglesia parroquial de El Salvador y la Casa de los Belsas. El templo de Fuentespalda destaca por acoger un imponente órgano datado de 1680 y reformado posteriormente por Francisco Turull de la localidad vecina de Cretas. Pero quizás lo más curioso de esta obra es la “reorientación” de la iglesia hacia el oeste: la cabecera original se convierte en la zona de los pies y se abre una nueva portada principal en el antiguo ábside, ya que es una iglesia de origen gótico que fue ampliada en el siglo XVII en estilo barroco.
La Casa de los Belsas es uno de las casas palacio más imponentes del territorio. Su fachada ocupa toda una cara de la plaza de la localidad dibujando una de las imágenes más conocidas de Fuentespalda. El edificio de tres plantas perteneció a los Belsas, una de las familias con mayor poder en el sur del Matarraña. La portada de esta casa palaciega está definida por un arco de medio punto coronado por el escudo datado de 1546. En el piso superior, se abre una galería de arcos de medio punto y un gran alero.
La recién inaugurada tirolina de Fuentespalda recorre dos kilómetros del término municipal suspendida en el aire con más de 200 metros de desnivel. Este atractivo turístico es uno de los más largos de Europa adaptada a personas con movilidad reducida.