Fuentespalda_Ermitas
El término municipal de Fuentespalda cuenta con numerosas ermitas. Tanto es así, que ésta es una de las localidades que mayor presencia de este tipo de templos tiene. A lo largo del siglo XVIII se edificaron en Fuentespalda tres ermitas: la de San Miguel, la de San Pedro y la de Santa Bárbara.
La ermita de San Pedro Mártir es una de las más relevantes. Ubicada próxima a los términos de La Portellada, Ráfales y Valderrobres, esta construcción de una sola nave se caracteriza por el gran atrio de su entrada. El edificio se enclava cerca del río Tastavins, junto a los restos de un antiguo molino de aceite. La construcción, sencilla y austera, se compone de las paredes de mampostería, utilizando piedras de sillería en las esquinas, que le dan un aspecto robusto.
Mucho más cerca de la población, junto a una colina muy próxima a Fuentespalda, está la ermita de San Miguel. Una obra de estilo barroco que corresponde al año 1787. Su imagen se caracteriza por la silueta de su portada, coronada por un campanario curvo de espadaña, rematado con florones. Bajo este, una pequeña portada en un arco de medio punto abre paso al interior. La ermita de San Miguel se construyó, al igual que la de San Pedro, a base de piedra sillar y mampostería, con grandes contrafuertes y un porche adosado al edificio. En la parte posterior se construyó la casa del ermitaño, la persona encargada de hacer sonar las campanas del templo y del cuidado de este.
En dirección a Peñarroya de Tastavins, se encuentra la ermita de Santa Bárbara. Es una obra barroca del s. XVIII. Llama la atención su forma trilobulada: a la planta de cruz latina se añadieron, en los brazos de la cruz, dos hemiciclos que otorgan al conjunto la forma de trébol. El crucero se cubre con cúpula y cimborrio.