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Calaceite

Calaceite_Poblados Íberos

La época ibérica supone un periodo de un gran esplendor en la zona de Calaceite al igual que en sus poblaciones vecinas de la parte norte de la comarca. Las afueras de la población esconden los hallazgos arqueológicos que se realizaron a principios del siglo XX en Calaceite.

El poblado ibérico de San Antonio fue el asentamiento más importante que se conoce a día de hoy en esta población. Los hallazgos aquí comenzaron a descubrirse en 1902, cuando el arqueólogo calaceitano Juan Cabré descubrió estos restos, que más tarde fueron excavados por P. Bosch i Gimpera. El poblado de San Antonio gozó de esplendor unos 300 años a. C., según se desprende de los restos que se pudieron encontrar en el lugar, como cerámica íbera, algunos objetos metálicos como armas. En el asentamiento se observan dos zonas: un núcleo central construido en el siglo V a. C.  y una ampliación del poblado hacia las laderas en el siglo III a. C. En la parte central se encontraban las casas de planta rectangular construidas a lo largo de una calle central y protegidas por una muralla. En las laderas, se construyeron varias viviendas de estructura irregular adaptadas al desnivel del terreno. Todo el poblado estaba protegido por una muralla y varios torreones, destacando un torreón semicircular de grandes sillares junto a una balsa que recogía el agua de lluvia.

Para acceder a este poblado se debe tomar la carretera A-1413 en dirección a Cretas, y a escasos metros tomaremos un camino durante unos 800 m. que nos conducirá al yacimiento. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931.

En la misma dirección, aunque unos kilómetros más apartado, se encuentra el segundo yacimiento más importante de Calaceite: el Tossal Redó que data de los siglos VII y VI a. C.  Es un poblado con una calle central a la que se abren las viviendas de planta rectangular alineadas a sus lados, cuya parte trasera haría la función de muralla. Como San Antonio, se ubica en una colina que le permite un importante control del entorno.

Ambos poblados forman parte de la Ruta de los Íberos en el Bajo Aragón.

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