Valderrobres_Recorrido 1
Uno de los recorridos más enriquecedores de Valderrobres se encuentra en la parte baja de la localidad. A orillas del río Matarraña, la entrada al antiguo municipio, ahora el casco antiguo, esconde los verdaderos tesoros del municipio.
Para iniciar el recorrido nos situamos ante el puente de piedra y el portal de San Roque, que conforman una espectacular imagen de Valderrobres junto con el imponente castillo e iglesia, una de las más fotografiadas sin ninguna duda. Ambos formaban parte de la antigua entrada principal al pueblo amurallado de Valderrobres, que estaba perfectamente delimitado por una gran muralla de la que todavía se preservan algunos restos en forma de portales.
La entrada a la antigua ciudad medieval pasaba bajo el portal de San Roque. Una pequeña torre de acabado almenado, perfectamente integrada con el aspecto medieval que fue construida en piedra sillar. El portal, flanqueado por dos leones que se encontraron en una de las dependencias del castillo, se consagró a San Roque, patrón de Valderrobres, a finales del siglo XVI. Junto con el portal de Bergós, contiguo al patio de armas del castillo, son los dos antiguos accesos al pueblo amurallado que permanecen erigidos a día de hoy.
El puente de piedra, uno de los dos que conectan el casco antiguo y la parte nueva del municipio, se trata de una construcción medieval que data de 1390, asentada sobre el río Matarraña. Cuatro grandes ojos y sus enormes y sólidos tajamares lo conservan de las fuertes riadas que ha sufrido la localidad a lo largo de los años. Al final de este, unos años más tarde, se edificó la Casa Consistorial que junto con la Plaza Mayor, ofrecen un conjunto inigualable de la localidad. Este edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 1982 y reproducido en el Pueblo Español de Barcelona en 1929, es un claro ejemplo del esplendor de la arquitectura durante el siglo XVI en Europa. La galería de ventanas y el alero de madera de la parte superior, junto con la ornamentación de los balcones son los elementos a destacar de su fachada. En la misma plaza Mayor, al otro lado del puente, se encuentra la antigua Fonda Blanc: una casa palaciega coronada por un torreón, una galería de arcos de medio punto y una serie de decoraciones cilíndricas. Esta vista es una de las que contiene mayor esplendor en Valderrobres.
Desde este punto parte una de las calles más ricas culturalmente de Valderrobres: la calle Santiago Hernández Ruiz. En un espacio porticado en esta calle se encuentra la Casa Natal de Elvira de Hidalgo. Esta soprano Valderrobrense es conocida internacionalmente por ser la maestra de canto de la ilustre María Callas que desarrolló su vida en los teatros del mundo tales como la ópera de Viena, el Liceu de Barcelona y la Scala de Milán, ciudad en la que residió la mayor parte de su vida. A día de hoy puede observarse una placa conmemorativa a la cantante en el lugar de vivienda.
Escasos metros más adelante nos encontramos con los antiguos lavaderos del municipio, que aunque a priori parezcan no merecer importancia, fueron durante gran parte del siglo pasado lugar de reunión de las mujeres de la población. Adosados a la orilla del río, estas tres grandes pilas de agua recogían varias zonas de lavado y aclarado para que todas las familias del municipio pudiesen hacer la colada no teniéndose que acercar hasta las mismas orillas del Matarraña.