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Mazaleón

Mazaleón_Íberos

La importancia de la antigüedad en Mazaleón es crucial. La presencia de yacimientos arqueológicos, poblados íberos, tumbas medievales y pinturas de arte rupestre levantino lo consolidan como uno de los mayores ejemplos de la prehistoria aragonesa.

En total en el término municipal de Mazaleón se encuentran tres asentamientos íberos, entre los que destaca el yacimiento arqueológico de San Cristóbal, ubicado en la colina que se erige al otro lado del río Matarraña: una ubicación estratégica desde la que se divisa buena parte del entorno. Este asentamiento pertenece a la Primera Edad de Hierro y ha sido catalogado como uno de los más importantes, por los significativos hallazgos que se realizaron de cerámicas y objetos metálicos. Además, es el más grande y no cuenta con calles en su interior, sino que su trazado es irregular y las viviendas se sitúan de manera aleatoria.

Un segundo yacimiento íbero se sitúa también a los márgenes del río Matarraña. Este se halla, en concreto, un kilómetro arriba partiendo desde el casco urbano. El asentamiento de les Escodines Altes y Escodines Baixes cuenta en realidad con dos pequeños poblados muy próximos entre sí, lo que podría ser una señal de que formaron en la antigüedad un único asentamiento. En este yacimiento, que se excavó en 1915, encontramos ya la presencia de calles sobre las que se alinean las casas.

El tercero de los asentamientos es el despoblado ibérico del Piuró del Barranc Fondo, que se encuentra siguiendo la misma línea río arriba en dirección a Valdeltormo. Este entorno destaca por tener el trazado urbano más desarrollado de todos los restos localizados en Mazaleón. De hecho, se conservan todavía hoy los restos de una antigua muralla que rodea las casas agrupadas en torno a una calle principal. Esta regularidad es una de sus características principales además del aumento de la presencia de cerámica a torno. Este poblado se cree que estuvo ocupado entre los siglos V y IV a. C, entre la Primera y la Segunda Edad de Hierro.

En las inmediaciones de este se encuentran las conocidas Caigudes del Salbime. Este espacio conserva los restos de una necrópolis formada por catorce túmulos funerarios y uno de los conjuntos de arte rupestre levantino del Matarraña. Estas pinturas fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998

Esta gran importancia se refleja con la habilitación de un Centro de Interpretación de la Cultura Ibérica que se encuentra en un marco incomparable, junto a los restos de los poblados del yacimiento de San Cristóbal en la antigua casa del ermitaño junto a la ermita de la localidad. Este museo representa los orígenes del mundo ibérico en varias plantas con información específica de la Ruta de los Íberos en el Bajo Aragón y con detalles sobre los yacimientos locales. En el centro interpretativo se reproducen dos de los tres asentamientos en forma de maquetas y antiguas cerámicas replicadas.

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