La Fresneda_Recorrido 1
La plaza Mayor de La Fresneda es uno de los enclaves con mayor encanto de todo su casco urbano. En este espacio de amplias dimensiones, confluyen elementos arquitectónicos y sociales que cuentan la historia de esta localidad declarada Conjunto de Interés Cultural.
Además del gran edificio del ayuntamiento y la lonja, en ella se encuentran varias casas palaciegas con nobles fachadas levantadas con piedras de sillar, amplios portales y galerías de arcos de medio punto. Enfrentadas a estas, encontramos la galería porticada que se prolonga desde el final de la calle Mayor en los bajos de las viviendas. Su forma de embudo desemboca en un pequeño portal de acceso a la villa.
El acceso a la plaza es recomendable hacerlo desde el arco del Xifré. Con la casa consistorial de fondo, este pequeño acceso otorga al visitante una imagen inolvidable de la localidad. Este punto formó parte de la antigua muralla que rodeó la primitiva villa de La Fresneda, siendo la puerta de acceso a la población. Se trata de un arco de medio punto de no muy grandes dimensiones decorado en la parte superior con unos elementos que simulan los de la parte alta del ayuntamiento.
Al fondo de la plaza, se abre la calle Mayor, una de las vías emblemáticas de la población gracias a los porches o porticado que se enclava hacia un nivel inferior en los bajos de las viviendas. De hecho, si accedemos a su interior, la calle queda elevada sobre nuestro mirar. Aunque en la actualidad este característico elemento solo se conserve a un lado, el final de la calle confluye con la lonja del ayuntamiento con este gran porticado. Los callejones que parten desde la calle Mayor podrían haber formado una judería tal y como indica su estructura.