Monte Calvario Alcorisa

El Monte Calvario acoge la representación del Drama de la Cruz en Alcorisa, una de las citas más importantes de la Semana Santa alcorisana desde 1978, en la que más de 300 actores se vuelcan para representar los últimos días de la vida de Jesús de Nazaret.

Este es un Vía Crucis en plena naturaleza con las catorce estaciones representadas desde el prendimiento de Jesús hasta su muerte. El camino comienza entre los dos primeros peirones al pie del camino, que marcan las dos primeras estaciones en honor a San Sebastián y San Pascual. Estos peirones tienen todos ellos la misma estructura de forma cuadrangular acabados en forma piramidal. En cada uno de ellos podemos ver una pintura cerámica envuelta en un arco de medio punto con los motivos de cada una de la estaciones excepto en la sexta. En esta sexta parada la estación la establece una pequeña capilla. El camino es ascendente con un paisaje agreste enmarcado por los peirones y por los cipreses, que nos conducen hasta la ermita del Santo Sepulcro o Calvario. A su lado se encuentra también la ermita de San Juan.

La ermita del Santo Sepulcro es pues la última parada del Vía Crucis. De estilo barroco, sus obras finalizaron en el año 1568. La misma está formada por una nave y dos capillas laterales, una de ellas rematada con un alto cimborrio octogonal decorado con cerámica.

En su acceso podemos ver un arco de medio punto y en la parte superior una espadaña con motivos de ladrillo. Ya en el interior nos aguarda la imagen del Cristo Yacente, situada en el nicho-hornacina custodiado por arcos de medio punto en degradación. Todos los años, durante las fiestas patronales de septiembre, Alcorisa peregrina hasta el Santo sepulcro para rendirle tributo. Del interior de la ermita también podemos destacar la bóveda y en la capilla izquierda la cúpula con pinturas de ocho ángeles que portan elementos relacionados con la Pasión.